lunes, 21 de noviembre de 2016

El viaje de Lanzarotto Malocello

Una puesta al día provisional

Por Juan Tous Meliá*


In Memoriam
Luis Cola Benítez
Cronista de Santa Cruz de Tenerife



Con motivo del VII centenario del descubrimiento de la isla de Lanzarote (1312 – 2012) se organizaron unas jornadas en las que participaron dos comisiones, una española y otra italiana, para analizar y dar a conocer todo lo que se sabía sobre este misterioso personaje; además, la comisión italiana, con el apoyo del Ministero della Difesa, editó el libro: Lanzarotto Malocello dall'Italia alle Canarie (2012) cuyo autor es Alfonso Licata. Puede consultarse en internet, también se editó en inglés. Lanzarotto, según este autor, nació en Varazze (provincia de Savona, región de Liguria), y, como dato fundamental, descubrió la isla en 1312, sin el apoyo de ninguna fuente documental. De los errores siempre se aprende y rectificar es de sabios; que este libro sea el justificante de una segunda edición que conmemore la verdadera llegada a la Isla de este «genovés de Génova» según veremos. 
Casi de forma coetánea, Octavio Hernández, en unos corrosivos artículos: «¿Y si Lanzarote Marocelo nunca existió?» (eldiario.es: I, 28/04/2012 y II, 29/04/2012) y «Lancelotto Malocello nunca existió» (eldiario.es: 31/04/2012), se basa en tres supuestos: el primero, que La leyenda textual de Malocello se ha levantado sobre la lectura de la cartografía y que en los mapas está la solución; el segundo, basado en la paleografía para entender cómo se transforman las palabras a través de la lectura y escritura a lo largo del tiempo; y, el tercero, que no se debe separar el estudio de los portulanos del de los mapamundis anteriores ya que los cartógrafos «seguían la constante de copiar lo más escrupulosamente posible los datos disponibles en cartas anteriores». Es decir, a partir de una hipótesis similar a los que buscan la certeza alcanza una antítesis.
* * *
Para argumentar mi trabajo he analizado tres cuestiones importantes:
1º El portulano o carta portulana de Angelino Dulcert
2º Las crónicas casi coetáneas
3º Las fuentes documentales
1º El portulano de Angelino Dulcert. En 1339 Angelino Dulcert levantó una carta portulana en la que figura por primera vez la situación de parte de las islas Canarias con los topónimos: Insula de Lanzarotus Maracelus con las armas de Génova, Laforte Ventura y, entre ambas, Vegi Mari (Lobos). El primero da nombre a la isla de Lanzarote y, el segundo, a la de Fuerteventura. Desde el momento en que se descubrió este portulano, en el s. xix, los historiadores han intentado conocer la identidad del personaje –Lanzarotus Maracelus– y datar el hecho histórico de su llegada a la isla. Gracias a este portulano es considerado el descubridor de la isla de Lanzarote.
Es muy poco lo que sabemos sobre el topónimo salvo los que dicen las cartas portulanas posteriores: en Pizzigano (1367): Lanrênça; en Cresques (1375): lanzaroto maloxelo; en Soler (1385): lançaroto malexele; en el Libro del Conosçimiento: Lançarot; y, en Le Canarien: Lancelot Maloisel].
Para entender la importancia de esta carta es necesario retroceder en el tiempo y ver la relación que hay entre los autores de las dos cartas levantadas por los cartógrafos Dalorto/Dulceto (1325/1330) y Dulcert/Dulceti (1339). A pesar de que la primera fue levantada en Génova y la segunda en Mallorca, ambas están firmadas con el mismo nombre: ‘Angelinus’ y con un apellido muy similar: Dalorto/Dulcert.
La más antigua de las dos está firmada por Angelinus Dalorto y datada en 1325/1330, levantada sobre un pergamino de 66 x 107 cm, con la toponimia del litoral en latín, cinco escalas gráficas (2 paralelas en el sentido de los meridianos y 3 en el de los paralelos: 8º – 9°), orientada al norte y los puntos cardinales representados por cuatro discos con la estrella Polar al norte, una cruz griega al sur, una media luna al este y un molinete al oeste. La red de rumbo está formada por 2 coronas tangentes de 16 haces. La declinación es de 9º. En la inmediaciones del mar Negro figura un pequeño mapa de T en O tripartito similar a los del Beato de Liébana. Pertenece a la colección príncipe Corsini en Florencia. Cuando en el año 1887 se presentó la carta, P. Amat di San Filippo hizo la primera descripción y anotó: Angellinus de Dulceto. Años más tarde en 1897, Alberto Magnaghi transcribió: de Dalorco y, en 1898, interpretó de Dalorto (según Rosselló, «La carta de navegar. Un instrumento mediterráneo de amplia difusión» en Medievalismo, 21, 2011, p. 61), ese mismo año Lucien Galois defendía el apellido de Dulceto. Ramón J. Pujades (Les cartes portolanes: la representació medieval d'una mar solcada, 2007, p. 255) demostró por paleografía que la carta lleva la fecha de MCCCXXX y la firma Angellinus de Dulceto. Cuestión polémica si nos atenemos al texto que figura en la carta:
Es decir, lo que normalmente se lee es: Hoc opus fecit Angellinus de dalorto anno dñi MCCCXXY [1325] de mense martii conposuit hoc hasta que Pujades efectuó una relectura del texto y transcribió: Hoc opus fecit Angellinus de Dulceto anno dñi MCCCXXX [1330] de martii conposuit hoc. Pujades defiende que la última cifra es una ‘X’. Para mí es muy importante saber con precisión si se trata de 1325 o de 1330, aunque me inclino por 1325, salvo que la ‘X’ haya sufrido deterioro o manipulación detectable por infrarrojos.
La segunda está firmada por Angelino Dulcert y datada en 1339. Está levantada en un pergamino de 75,5 x 104,5 cm, con la toponimia del litoral en latín, seis escalas gráficas de millas [=9º], divididas en espacios separados con un redondel (cada espacio está subdividido por cinco puntos): 8’5 cm. La península Ibérica de norte a sur tiene aproximadamente 7º 30’ que equivalen a 840 km (entre cabo de Peñas y punta Tarifa), en el portulano la distancia es de 12’7 cm lo que equivale a una escala de 1:6.600.000, orientada al norte, los puntos cardinales norte y sur indicados por discos con estrella polar y media luna respectivamente. La red de rumbos está formada por dos coronas tangentes de 16 haces, sin rosa. La declinación es de 9º. Se custodia en la Biblioteca Nacional de Francia (Res, Ge. B.696).
En 1884 el bibliotecario de la BNF, Gabriel Marcel, informaba a Fernández Duro del hallazgo de la carta propiedad de M. Lesouef y le decía que procedía de un convento de monjas de Venecia (BSAL, II, p. 64). La carta fue catalogada por Léopold Delisle como Dulceri. En 1886 E. Th. Hamy leyó Dulcert y el historiador mallorquín G. Llabrés (1890) transcribió Dulceti. (Ibid., Rosselló, p. 62).
En la parte superior derecha, por debajo de una figura que representa a Usbech, emperador de Sára [Uzbequistán], sentado en el trono, figura el siguiente texto:
Hoc opus fecit Angelino Dulcert/ano m ccc xxxv.lllj de mense angusti/[in civítate] maioricarum

Los cartólogos, tras un minucioso estudio de ambas cartas, casi por mayoría han decidido que se trata de una misma persona, no sólo por el estudio paleográfico de las dos firmas, sino porque han buscado analogías en la iconografía de ciudades, monumentos, banderas; accidentes geográficos, cadenas montañosas y ríos ondulantes; flora y fauna de África; figuras humanas, etc. En ambas figura el Mar Rojo de color rojo, las montañas del Atlas en forma de palmera, el cuadrilátero de Bohemia casi idéntico y en general todas las cadenas montañosas con escamas que recuerdan las patas de pollo. Al tratar de las notas y leyendas escritas en latín se observa que en la carta levantada en Génova son más escuetas que en la de Mallorca. Parece que teniendo a la vista la primera ha perfeccionado la segunda. Esta circunstancia obliga a considerar que la escuela mallorquina nace como una hijuela de la genovesa y que Dalorto/Dulcert pone en marcha una nueva forma de hacer cartografía que será continuada por los famosos Cresques Abraham, Soler, Viladestes, Valseca, etc. y que, con todos los honores, recibió y recibe el título de ‘Escuela Mallorquina’.
La segunda carta es la que más interés tiene para nuestro estudio, por ser casi coetánea con el viaje del redescubrimiento.
He representado el detalle de la costa atlántica del norte de África en unas dimensiones que permitan leer la toponimia y he numerado los puertos más destacados, rotulados por los Bruixolers de color rojo.

Detalle de la carta portulana de Dulcert/Dulceti. Numerados en rojo: 1 – Septa. 6 – Arzala. 8 – Laraxi. 14 – Niffe [33º 33’N]. 17 – Zamor [33º 21’N]. 23 – Saffi [32º17’N]. 29 – Gozolla [32º N]. 35 – Messa [30º03’N], 38 – Somotamat [29º33’N]. 46 – [Da]nom. 47 – «Tota ista riperia maris est deserta, nisi a piscatoriis» [Toda esta costa es desierta salvo para los pescadores]. Al oeste de 40 - Cap(u)t de non [L= 28º 47’] las islas de Insula de Lanzaratus Maracelus, Vegi Mari (Lobos) y Laforte Ventura. Más hacia el noroeste se lee Insulle sci Brandani sive puelaes [Islas de san Brandano o de las muchachas] y tres islas con los nombres de [Pl]a[n]aria, Insula capraria y canaria, el autor confunde las islas míticas y del mundo clásico con las reales que acababan de redescubrirse

Otro aspecto que no debe pasar desapercibido –también relacionado con las cartas portulanas–, es el conocimiento que se tenía de la costa del norte de África. Hemos escogido un grupo de cartas portulanas fechadas entre finales del siglo xiii y 1375, anteriores y posteriores a las de Dalorto/Dulcert, teniendo en cuenta que la progresión hacia el Atlántico Sur está relacionada con la navegación de cabotaje y que la toponimia aumenta a medida que se progresa hacia el sur:
· Carta Pisana (c1275): 1- Septa a 17- Zamor (Lat: 33º 17’ N)
· Vesconte (1313): 1-Septa a 17 –Zamor (Lat: 33º 17’ N)
· Vesconte (1318 y 1327): 1-Septa a 21-Mogador (Lat 31º 31’ N)
· Sanudo (1321): 1-Septa a 21-Mogador (Lat 31º 31’ N)
· Dalorto/Dulceto (1325/1330): 1-Septa a 44-Alluet enul (Lat 29º 04’ N)
· Dulcert/Dulceti (1339): 1-Septa a 46-Danom (Lat 27º 57’ N)
· Hnos. Pizigani  (1367): 1-Septa a 50? Caput Finis Africe
· Cresques Abraham (1375): 1- Septa a 46 –Danon, aunque algo más al norte ya figura el cavo Buytder [Jubi, falso Bojador: 27º57’N]. Justo debajo de Danon figura una viñeta que dice Cap de Finisterra occidental de Africa.
Es en los portulanos de Dalorto/Dulceto (1325/1330) y de Dulcert/Dulceti (1339) cuando la toponimia se acerca a la latitud más septentrional de las islas Canarias; precisamente, una de las primeras que se encuentra viniendo desde el norte es la isla de Alegranza (Lat 29º 24’ 40” N, Punta Mosegos), latitud ya alcanzada por Dalorto y por Dulcert. La posición de las islas en Dulcert es bastante correcta, pues sitúa la isla de Lobos (28º44’) casi a la altura del 40-Cap[u]t de Non (28º34’). El topónimo 46-Danom está en la latitud del actual Cabo Jubi, pero de longitud mucho más occidental, la distancia más cercana entre la costa de África y Lanzarote es de 128 km y a Fuerteventura 102 km.
* * *
2º Las crónicas casi coetáneas. Además de la información que figura en las cartas portulanas, los historiadores, para justificar la existencia de Lanzarotto, se basan en el Libro del Conosçimiento, en Le Canarien y, en menor medida, en el relato de al-Maqrizi.
El Libro del Conosçimiento, escrito entre 1350 y 1360, dice textualmente: «et apres della es la ysla de Lançarote et dizenle asy porque las gentes desta ysla mataron a vn mercader genoes que dezian  Lançarot». Según esta obra, no habría regresado a Génova; esta circunstancia hace que algunos autores afirmen que se escapó o fue expulsado de la Isla.
En Le Canarien dice: «reunieron gran cantidad de cebada y la metieron en un viejo castillo que, según dicen, había hecho construir antaño Lancelot Maloisel, cuando conquistó el país» (Texto G, 14v); sin embargo, en el otro texto se suprime ‘cuando conquistó el país’: «reunieron gran cantidad de cebada y la metieron en un viejo castillo que, según dicen, había hecho construir antaño Lancelot Maloisel» (Texto B, 23r). El catedrático Tejera Gaspar et Alters asocia este castillo con una vieja torre que pudo erigirse en el castillo de Guanapay («Lancelotto  Malocello, redescubridor de las islas» en Jornadas de Lanzarote, junio de 2012).
El relato de al-Maqrizi, escrito por el historiador egipcio (1364 – 1442), en traducción de María J. Viguera Molíns («Eco árabe de un viaje genovés a las islas Canarias antes de 1340» en Medievalismo, nº 2, pp. 257-258, 1992) empieza así: «Nos contó Abü Zayd [Ibn Jaldün] que alrededor del año 740 [de la Hégira = julio 1339-junio 1340] llegó el sultán benimerín Abü l-Hasan (*1297 – 1351) a Ceuta», y continúa la narración en dos partes; la primera: «...hasta él [estrecho de Gibraltar] cruzaron un grupo de genoveses en dos galeras por el mar. Le informaron cómo habían partido de Génova, tras disponer provisiones para dos años, y marchado por el mar queriendo abarcar el conocimiento de lo que en él había y circunvalar lo que rodea la tierra habitada»; sin duda está describiendo el viaje de los hermanos Vivaldi de 1291. La segunda parte estaría más cerca de un posible viaje de Lanzarotto, aunque recuerda más al texto del viaje de julio 1341 descrito por  Bocaccio: «[Yendo] por él pasaron por las Islas Canarias (al-Yuzur al-Jâlidât: “las islas eternas”): sus pobladores iban desnudos, desconociendo los vestidos que la gente conoce y tapando mínimamente sus vergüenzas. Cuando desembarcaron en esta isla (sic), saliéronles al paso sus pobladores para expulsarles, pero no resistieron las flechas y huyeron ante ellos. Ellos, los genoveses, dominaron la isla y examinaron qué riquezas había, sin hallar más animal que cabras, y que [los nativos] araban la tierra con cuernos de cabra para sembrar cebada, único alimento [cerealístico] que tienen. No conocen las armas, sólo tiran piedras; dan vuelta al adversario y le arrojan de prisa las piedras. Cuando aparece el sol por el confín del Este, ante él se prosternan. Al no encontrarles ni riquezas ni vestidos, [los genoveses] se aprovisionaron de su agua, apresaron a algunos y partieron. Siguieron por el mar, hasta casi agotárseles la provisión de agua, y careciendo de su abastecimiento, y temiendo morir, regresaron a la aguada más próxima atrás dejada; se abastecieron y volvieron, mas ya no se alejaron de tierra sino en distancia retornable. Añade [el narrador] que el sultán Abü Sâlim [Uno de los hijos del sultán Abü I-Hasan, que acompañaría a su padre en la audiencia a los genoveses] les pidió entonces algunos cautivos de las Islas, y le hicieron presente de dos hombres, a quienes puso con su servidumbre para que aprendieran la lengua árabe, y así contaron cosas de su situación y decían que las gentes de aquellas Islas nunca supieron del Islam ni tuvieron de él referencia ninguna».
* * *
3º Las fuentes documentales. Los historiadores italianos, ante la necesidad de localizarlas, fueron en busca de ellas. Michel-Giuseppe Canale (Nuova istoria della Repubblica di Genova del suo commercio e della sua letteraturadalle origini all’anno 1797, Volume terzo, Epoca Tercera, Firenze, 1860) localizó tres protocolos notariales en Génova (Ibid. p. 343): «tre atti da me trovati nel fogliazzo de’notai mi danno lume su di ciò; ivi il primo aprile del 1330 figura nella qualità di testimonio Lancerotto Marocello, il 22 febbraio del 1384 e il 18 marzo del 1391 é nominata Eliana del q. Bartolomeo Fiesco, o moglie del q Lanzerotto Marocello. lo non oserei dire che questi fosse quel desso lo scopritore, ma se ben si osservi tutto si accorda e l’epoca medesima lo persuade» [He encontrado tres protocolos notariales que me dan luz sobre esto; en el primero, de abril de 1330, figura en calidad de testigo Lancerotto Marocello el 22 de febrero de 1384 y, el 18 de marzo de 1391, se nombra a Eliana [hija] del finado Bartolomeo Fiesco, ó la mujer del fallecido Lanzerotto Marocello. No me atrevo a decir que este fuera el descubridor, pero si constatar que son correctos todos los acuerdos y me persuado que de la misma época]. Sin embargo, no cita la fuente.
Años después, Sandro Pellegrini («Lazzarotto Malocello: la fama de un mapa náutico», XIV Coloquio de historia canario-americano, 2000, 785-799) dice que ha buscado el primer protocolo infructuosamente sin éxito y nos descubre el origen de los dos últimos, añade que se custodian en Génova (Archivo di Stato di Genova, Fondo Notariale, Notaio Tomaso de Casanova [cart. 236, cc. 164–165 v., e Notaio Tommaso Foglietta, [filza 444 e 445]).
El segundo protocolo lo trascribe así: «Conocidas y reconocidas estas partidas de credito, Eliana, hija del finado Bartolomeo de' Fieschi y esposa del finado Lazzarotto Malocello prestó 400 liras genovesas a dicho don Pietro [Malocello], 400 liras genovesas que el finado don Pietro reconoció en sus últimas voluntades de deber en dote y mutuo para mas personas...Hecho en Genova, en el almacen de los Malocello el año de la natividad del Señor, 1384 el dia 22 de febrero en la mañana en presencia de Agostino Malocello, Domenico di Finale hijo de Giovanni, ciudadanos genoveses, y Bartolomeo Borago de Bavari, testigos llamados y requeridos».
Y, el tercero, empieza así: «Don Pietro Malocello uficial, hizo, estableció y ordenó su certera mensajera y procuradora, come mejor ne se podía hacer Eliana, esposa un tiempo de don Lazzarotto Malocello presente ella y presente el marido la cual spontaneamente se encarga de pedir, requerir, exigir, recuperar todo y cualquier cosa lo mismo infrascripto constituyente debe tener y recobrar y puede o podrá recibir cual renta de pago y de pagos, sea como rateo de cualquier persona. Hecho en Génova en el nuevo Palacio del Ayuntamiento».
Cuando ya parecía que era imposible encontrar más información sobre nuestro personaje, tuve la intuición de analizar lo que el archivero del Regne de Mallorca, Sevillano Colom, informaba sobre la abundancia de fuentes documentales que trataban las relaciones marítimas y comerciales del puerto de Palma con los puertos de la costa atlántica del norte de África. Fuentes que han sido analizadas en profundidad por Antonio Ortega Villoslada en su tesis: El reino de Mallorca y el mundo atlántico (1230-1349). Evolución político-mercantil (Madrid-La Coruña, UNED-Netbiblo, 2008). Tesis que me ha servido para escribir lo que sigue.
Estas relaciones comerciales están documentadas desde finales del siglo xiii. Se navegaba a Safi desde 1278, tras el acuerdo de paz entre Jaime i (*Montpelier, 2 de febrero de 1208 – Alcira, 27 de julio de 1276) y Marruecos (Ibid. p.164). A Larache desde 1296. A Salé desde 1297. A Nife [Anfa; refundada Casablanca] desde 1305, año en que ya estaba consolidada una colonia mallorquina, que aprovechó la estancia, por negocios, del notario Guillermo Alger para solicitar al rey Jaime II (*Montpelier, 31 de mayo de 1243 - Ciudad de Mallorca, 29 de mayo de 1311) potestad legal para protocolizar contratos, testamentos y demás pliegos; en abril de dicho año, la provisión del monarca fue favorable y le asignaba la anualidad de una dobla de oro (Ibid. p.165). Este puerto se convierte en uno de los centros comerciales más importantes pues entre 1314 y 1316 se crea La Compañía con una coca que lleva su nombre, cubría la línea Mallorca-Nife y al parecer realizaba dos travesías anuales, una en primavera y, otra, a finales del verano. Operó hasta 1338; enlazaba las islas con los puertos peninsulares del Estrecho y la costa meriní (Ibid. p.187). A Arcila desde 1314. A Mogador [Essaouira] posiblemente desde 1325. Y a Azemmour desde 1330 (Ibid. p.185). Se importaba trigo y también cera y se reexportaba especias (canela), vino griego, espejos, plomo, alumbre, productos medicinales y, sobre todo, pañería de calidad procedente de Flandes e Inglaterra y ‘cleda’ [greda, arcilla para quitar manchas y desengrasar paños].

Dibujo de la coca mallorquina que se conserva en la portada del códice AH3 [1343] del Arxiu del Regne de Mallorca. Con este dibujo y la maqueta de la coca de Mataró Xavier Pastor Quijada levantó los planos que sirvieron para la construcción entre 1998 y 2004 de la maqueta de la coca bayonesca que se exhibe en el Museo Histórico Militar de Almeyda. Participaron en el proyecto: Juan José Lagüera García (casco); Oswaldo Ramos Gutiérrez, Juan Betancor Rodríguez y Máximo Díaz García (castillo de proa y popa, arboladura, motonadura y bote salvavidas; y, José Diz Mellado (tinte y pintura)

El comercio se vería interrumpido por las constantes guerras declaradas en los distintos reinos. Destaca la guerra contra Génova y Granada entre 1330 y 1336 que provoca la evacuación de la colonia genovesa no naturalizada residente en Palma (Ibid. p. 80). El enfrentamiento de la Casa de Aragón con Génova trae el infortunio al mediterráneo occidental, la contienda afectó a las rutas de Berbería y el Estrecho, pues la asociación ligur nazarí intentaba cerrar la ruta atlántica de los mallorquines y afianzar la genovesa. Un nuevo conflicto surge en este caso con Marruecos entre 1336 y 1339 y decae el comercio, sólo se contabilizan un viaje a Nife en 1337 y otro a Salé en 1338. Aunque el 15 de abril de 1339 se alcanza la paz (de Tlemcen) con Abu-i-Hasan, un legación mallorquina, encabezada por el vizconde de Narbona, Dalmau de Castellnou y Hugo de Totzó, rubrica en el palacio de Tlemcen un acuerdo con el monarca meriní que garantiza a los súbditos de ambos reinos, y a sus mercancías, protección y libre tránsito, excepción hecha de armas, trigo, cuero, y équidos, por lo que se vetaba el tradicional comercio de cereales
Ante el desafío de Jaime iii (*Catania, 5 de abril de 1315 - Lluchmayor, 25 de octubre de 1349) a Abu-i-Hasan, la sociedad de Francisco Desportell arrienda en Palma en 1341, a Bernardo Serra, la nave que ha de desalojar de Nife a sus factores y pertenencias, trasladándolos a Lisboa, aunque vientos contrarios les obligan a ir a Lagos (Portugal), donde son apresados por las naves castellanas de Simón Díaz y Ferrando Amor, de Castro Urdiales.
De entre toda la información contrastada me llamó la atención el texto que sigue.
El 24 de mayo de 1329 Lanselot mal auseyl [en latín Lansalet Malauzel] de Jauna [Génova] plantea una demanda en Palma, con motivo del abono del laudo –4 dineros/libra– de los genoveses por cuatro partidas de paños, tasados en 363 libras tornesas, que transporta de Colliure a Mallorca (Ortega, p. 181, ARM Suplicaciones nº 7, fol. 69r; Alberto Quartapelle en «1339: el año del redescubrimiento de las Islas Canarias» en Cuatrocientos años de Crónicas de las Islas Canarias, Le Canarien Ediciones 2015, p. 37).
El documento trascrito por Ortega dice así:
Demanda de Lanselot malauzel del 24 de mayo de 1329:
Pro Lanselot mal auseyl, de Janua. Vobis, nobili viro domino Arnaldo de cardaylaco, locumtenentis in Regno Maiorice, humiliter suplicat signifficat lansalet malauzel, Januensis ciuis Janue, quod ipse nudius afferens secum quatuor carricos pannorum aplicuit [sic] apud Cocumliberum ...verum Guillelmus Bugarre, deputatus in Cocolibero ad colligendum et recipiendum laudum constitutum inibi contra Januenses pro satisfaciendo subditis Illustris domini Regis Maiorice dampnifficatis per Januenses in certum dampnis, qua quod dictus Lanselet dicet quod ipse cum predicitis hic Maiorice erat venitus exhegit et habere voluit et habuit adicto Lanselet Laudum predictum, quod est ad rationem quatuor denariorum pro libra pro dictis pannis qui fuerunt extimati ad Trecentas Sexaginta tres libras... .et propterea, dictus Lansalet dictos pannos huc Maiorice aportauit collectores tamen laudi in Maioirce constituti contra Januenses pro satisffaciendo Regni(co)lis per Januenses dampnificatis in eorum dampnis (...) dictus Lansalet hostendat et feri faciat per dictum albaranum se iam exoluisse predictis pannis laudum constitutum.... [A Usted, noble señor Arnaldo cardaylaco [Cardellach], lugarteniente del Reino de Maiorice [lo fue de 1326 a 1330], humildemente suplica y se declara Lansalet malauzel, genovés y ciudadano de Génova, que trajo consigo cuatro partidas de paños, arribó [sic] de Colliure [en francés Collioure] ...Guillelmus Bugarre encargado en Colliure de recibir y guardar el laudo emitido contra los Genoveses para resarcir a los súbditos del Ilustre señor rey de Mallorca de los daños infligidos por los Genoveses; y, por lo tanto, el dicho Lanselet afirma haber llegado a Mallorca con los predichos [paños], y haber exigido y pretendido y obtenido el citado laudo que es en razón de cuatros dineros por libra por dichos paños [sabemos que el laudo había sido decretado el 2 de enero de 1328, p. 222] que se estimaron pesar trescientas sesenta y tres libras … y por esta razón, el predicho Lansalet transportó dichos paños a Mallorca junto con la sentencia emitida en Mallorca en contra de los Genoveses para satisfacer a los ciudadanos damnificados por los Genoveses en sus bienes].
Este nuevo protocolo permite afirmar que nuestro hombre era «genovés de la ciudad de Génova». En cuanto al apellido que figura: «Lanselot Mal auseyl» es semejante a «Lancelot male uccello» en italiano y a «Lancelot mal ocell» en catalán, es decir «Lanzarote mal pájaro» en el sentido de ‘búho’ (armas de la familia Malocello).
Además, con esta acta cobra fuerza el primer protocolo de los citados por Canale que decía que «el navegante se hallaba de vuelta en el puerto de Génova el 1 de Abril de 1330» (Canale, p. 343).
Del mismo año 1329 es la fuente por la que Pedro Figuera fleta en Nife la coca de Bernardo Anselmo para portear trigo a Mallorca o Colliure, a elección de los mercaderes, frustrándose el viaje en aguas alicantinas al ser interceptado y conminado, por orden de los jurados, a poner rumbo a Mallorca (Ortega, p. 175).
* * *
1- Guixers [Yeseros y de nuevo Guixers, t-iii, p. 373], otros nombres: Ramón Santandreu, Gruat, Guixeria del Mercat, Guixers. 2-Saboneria, actual Brondo [1639, t-ii, p. 242 y t-ii, p. 395]. 3-Carrer estret o carraró de Sant Nicolau a la derecha de la iglesia, actual Orfila. 4-San Nicolás, otros nombres plassa del Gall, iglesia de Sant Nicolau nou, Major de Sant Nicolau, Polls, Sabateria d’avall; 5- Guixers [2º tramo]; Carnisseria d’avall [tramo de Pelaires], otros nombres: Draperia, Ferreteria d’avall; 6- Port Fangos, al final está el huerto de la casa Morlà/Puigdorfila [t-v, p. 145]. 7- Cap de’s Born [1772, t-ii, p. 347], Ca Na Sentema [1793-183..., t-ii, p. 19], actual Jovellanos. 8-Pelaires: 9-Sabonería d’Avall, actualmente sólo existe un retranqueo [t-v, p. 145 y nº 9 pág. 325, t-I]; 10-Puigdorfila, otros nombres: C’an Puigdorfila, Soledad:, Argenteria d’avall, Barreteria, C’an Frasquet, Flassaderia 11- Ca’n Parpal, volta d’es Penjat [por ser el itinerario de los ahorcados desde la carcel, situada en el Pas d’En Quint frente a la iglesia del convento de Santo Domingo a la horca del muelle, dibujada en el plano de Garau, actual Miñonas (por el convento :, d’es Canonje Figuera; 12- Voltes del Born, antes d’en Pascual [t-v, p. 377], actual Constitució. 55. Born, ocupa el lecho de la Riera, hemos dibujado un rectángulo de color rojo que representa un gran estanque donde se lavaban y teñían las lanas. 56- Voltes del Mercat, otros nombres: Azoch, plassa des Fil , Santa Margalida la vella [se refiere al convento que estaba en la casa de Berga actual palacio de Justicia], Plaza de Sª Catalina Thomas

Sigamos con las conjeturas. Al año siguiente de la visita de Lanzarotto a la Ciutat de Palma se inicia la contienda con Génova y Granada (1330 – 1336). El estado de guerra latente de Mallorca con Génova se patentiza –en 1330– con la evacuación de la colonia genovesa, no naturalizada, residente en Palma «...com en Malorca depresent no aia negun Jenoues...» (Ortega, p. 80). En esa época había una Llotja dels Genovesos (según Gabriel Llompart, «Registro de los cartógrafos medievales activos en el puerto de Mallorca» en Anuario de Estudios Medievales, nº 27, 1997, p. 7), donde siglos después se construyó la central Telefónica [esquina del Born con Constitució], actualmente tapiada; el historiador Zaforteza, la cita diciendo: Illa de la Longe dels Jenovesos en el Tall per una armada contra corsaris de 1449 (t-i, p. 131), debe ser la nº 230 del manzanario, (véase, mi trabajo, Palma a través de las cartografía, p. 313), donde se centralizaba el mercado de telas, que se pretendía cerrar mientras durara el conflicto, lonja que Jovellanos confirma que seguía abierta en 1351. Las cosas se fueron complicando y en noviembre de 1330 los insulares saquean e incendian las instalaciones del florentino Bardi, aunque siguen las relaciones entre los mercaderes genoveses, con ciudadanía mallorquina, y los insulares, pues son propiciadas por las autoridades. Lanzarotto pudo visitar con frecuencia la Ciutat de Mallorca, pero a partir de 1330 ya no sería bien visto puesto que era ‘genovés de la ciudad de Génova’ y no formaba parte de los mercaderes ‘genoveses con ciudadanía mallorquina’. Los enfrentamientos siguieron y, en 1333, las galeras ligures intentan devastar el puerto de Palma. (Ortega, p 80).
¿Se conocieron Lanzarotto y Angelino? Ambos eran «genoveses, naturales de Génova», debieron coincidir en su ciudad en 1330, año en la que según las últimas investigaciones Dalorto/Dulceto firmó la carta portulana. Además, ese año es cuando se declara la guerra con Génova y Granada, por lo que el comercio quedó interrumpido. Después de finalizar la guerra en 1336, fue cuando con el nombre de Angelinus Dulcieti, civis Maioricarum, se pudo instalar en la Ciutat de Mallorca, sin descartar que se instalara después de 1325, si prevalece esa fecha como la del levantamiento de la primera carta. Por tres documentos, los dos primeros fechados el 4 de agosto de 1344 y el tercero el 7 de agosto 1345, sabemos que tenía casa propia en la parroquia de San Nicolás, en la calle den Comes, lindante con el albergue de Tomás Assati y con la carniceria d'avall [calle Pelaires]; es decir, habitaba en la primera fila de manzanas flanqueando el torrente de la Riera, además ya figura como Civis Maioricarum (Llompart, Ibid., p. 14).
En el plano de la ciudad, el más antiguo conservado con planimetría, levantado c1726 por Geronimo Canoves, he situado la Lonja de los Genoveses, donde estuvo Lanzarotto en 1329 y donde pudo estar en las visitas que sin duda realizó a Mallorca y la vivienda de ‘Dulcieti’ situada en la manzana 230. En esos años este barrio daba un alto porcentaje de apellidos italianos (Llompart, Ibid., p. 7). La distancia entre ambas ubicaciones era de unos pocos metros, por lo que es muy probable que se conocieran e intercambiaran información sobre los viajes, por parte de Lanzarotto, y, sobre la cartografía, por parte de Angelino.
* * *
Conclusión. Lazarotto Malocello nació con cierta seguridad en Varazze en los primeros años del siglo xiv. Con los antecedentes anteriores puedo afirmar que era genovés y ciudadano de Génova. Era un mercader que comerciaba con paños, posiblemente navegante y armador. Seguramente formaba parte de un negocio familiar pues en Génova se ha localizado un protocolo del 25 de octubre de 1306 que dice que el comerciante genovés Janino Marocello fletó dos galeras a los hermanos Manuel y Leonardo Pezagni [Pessagno], totalmente equipadas con provisiones y tripulación para transportar 2.700 cántaras de Génova [135 toneladas] de lana de Inglaterra a Génova (Archivio citato. Notulario di Andreolo Lanero dal 1298 al 1309, fol.99). Sobre esta fuente, Cioranescu confunde a Janino con Lanzarotto. También en un archivo genovés figura el arriendo que hace Pedro Marocello el 13 de marzo de 1312 a Nicolás Burgarus de una coca para transportar 1600 cántaras de mercancías de Palma a Brujas (Ortega, p. 207). Aunque no hay pruebas documentales, no debe descartarse que haya una relación de parentesco entre ellos.
La certeza de que Lanselot malauseyl [Lanzarotto Malocello] estaba en la Ciutat de Mallorca el 24 de mayo de 1329 echa por tierra cualquier teoría que defienda que se había descubierto la isla de Lanzarote con anterioridad. Hay que descartar el viaje del portugués Lansarote da Framqua por extemporáneo y el del francés Lancelot Maloisel ‘inventado’ por Charles de la Ronciére, basándose en una carta que el Abbé Paulmier de Gonneville (BNF, collection Camps, vol. 124, fol. 70-72) datada en Rouen el 20 de abril de 1659, dirige a monsieur Du Chesne (Sobre la falsa paternidad de ambos véase Peter Borschberg, Canarias 700. 1312-2012, San Miguel de La Palma)
El periodo que va de 1329 a 1339 es el más verosímil para que Lanzarotto emprendiera algún viaje a la costa del norte de África transportando lanas, bien en galera como lo había hecho Janino o en coca. Me inclino por la coca ya que resume sobre sí toda la filosofía y la evolución de la arquitectura naval desde el siglo xi al xv (Véase mi trabajo La coca mallorquina AH3 de 1343. Las Islas Canarias: cartografía y navegación en el siglo xiv, conferencia pronunciada el 21 de febrero de 2005) pues es la nave que con mayor frecuencia utilizaron los mallorquines para sus viajes mercantiles y especialmente por la coca bayonesca, que utilizaron para  anar e navegar a las pars de las illes noveylament trobadas en ves les parts de Occident les quals illes vulgarment son apellades illes de Fortuna (Sevillano Colom, AEA, nº 18 p.10, 1972 y Ortega, Ibid. p. 182).
Si se quiere acotar más, teniendo en cuenta el año en que Dalorto/Dulcert se afincó en Mallorca y las guerras citadas, el viaje o viajes se podrían haber realizado entre 1336 y 1339. En esos años hay tiempo para que Dulceti, ya ‘genovés con ciudadanía mallorquina’, levantara la famosa carta portulana en agosto de 1339 y que Lanzelotto en sus presuntos viajes a la costa de África, posiblemente Nife o Safi, se desviara de la derrota debido a las tempestades o a haber recibido información de los naturales sobre la existencia de ciertas islas situadas más al sur. Ambas circunstancias pudieron ser las causantes de que Lanzalotto se ‘encontrase’ con la isla que sería bautizada con su nombre.
Para completar la biografía de Lanzarotto sólo nos queda decir que por un protocolo de 22 de febrero de 1384 sabemos que estaba casado con Eliana Fieschi, [Fiesco], que era viuda y que, antes del 18 marzo del 1391, había contraído segundas nupcias. Datos que permiten aventurar que Eliana se casó muy joven poco antes de que Lazarotto emprendiera su último viaje.
La pregunta ¿cómo obtuvo Dulcert la información que le permitió situar las tres islas? tiene una respuesta compleja, pues en el Libro del Conosçimiento dice: «las gentes desta ysla mataron a vn mercader genoes que dezian  Lançarot». La respuesta sería, o bien realizó varios viajes o Lanzarotto se quedó un tiempo en la isla y construyó la presunta torre de Guanapay mientras el resto de la tripulación regresó e hizo escala en Palma y dio la noticia del redescubriminto.
* * *
¿Cómo se propagó esta importante noticia? Sin duda la primicia le corresponde a Angelino Dulcert / Dalorto que la incluyó en la carta. La noticia debió divulgarse en las ambientes marineros de Ciutat, y llegar a oídos de los Bardi poderoso emporio florentino con sedes en Florencia, Nápoles, Sevilla, Palma, etc. El genovés Niccoloso de Recco, residente en Sevilla y empleado de los Bardi, al tener conocimiento pudo organizar una expedición con el florentino Angelino del Teggia, que fue patrocinada por el rey de Portugal Alfonso iv. La expedición partió de Lisboa el 1 de julio de 1341. Después de cinco días, llegaron a unas islas del Atlántico, de las que regresaron el 15 de noviembre. Días después, unos mercaderes florentinos desde Sevilla enviaron a Florencia un relato sobre las islas del Atlántico recién descubiertas que le habían oído a Niccoloso de Recco. Aprovechando el relato, Bocaccio, hacia 1346, redacta en latín la crónica: De Canaria et insulis reliquis ultra Ispaniam in Occeano noviter repertis. El texto ha permanecido inédito hasta que, en 1826, Sebastián Ciampi lo dio a conocer. No obstante la importancia del documento, no cita ningún nombre actual de las islas salvo el de Canaria, que pertenece a la antigüedad clásica.
Sin relación con este viaje, al parecer, en el mes de abril de 1342 Roger de Rovenach en Palma otorga cuatro licencias de viaje a las islas de la Fortuna con la misión última de descubrimiento y conquista en nombre del rey de Mallorca (Según las fuentes documentales, custodiadas en el Arxiu del Regne de Mallorca; Sevillano Colom, AEA, nº 18, p.10, 1972 y Ortega, p. 182):
Nada se opone a que las cuatro expediciones navegaran en convoy. Si lo aceptamos, podemos fijar la fecha de salida de la expedición hacia los primeros días del mes de mayo y el regreso cinco meses y medio después; es decir, en los inicios de la segunda quincena del mes de octubre, siempre antes del 26, día en que Guillem Jaffe, oriundo de la villa de Sineu en Mallorca, uno de los marineros que formaba parte de la expedición, nombró procurador a Guillem Comte ante notario para que reclamara el salario que se le debía del viaje de ida y vuelta a las islas perdidas o de Canarias.
Es seguro que para ese viaje a lo desconocido, se tomaran todas las precauciones posibles y que en la bitácora llevaran una carta portulana muy similar a la que levantó Angelino Dulcert en 1339.
Una vez que fue del dominio público el redescubrimiento de las islas Canarias, el Papa Clemente vi promulga, 15 de noviembre de 1344, la Bula Tue deuotionis sinceritas, por la que concede a Luis de la Cerda (*1291 - 1348), con el título de Príncipe de Fortuna, la conquista de las islas Canarias para difundir en ellas la fe católica; a los pocos días, el 11 de diciembre, la Bula Vinee Domini dirigida a los reyes de Castilla Alfonso xi; de Aragón, Pedro iv; y de Portugal, Alfonso iv, en la que les informa de la concesión de las Canarias a Luis de la Cerda y les solicita ayuda para la empresa de conquista; por último, el 23 de diciembre promulga la Bula Cum inter cetera dirigida a Felipe de Valois, rey de Francia; a Andrés, rey de Nápoles; y a Humberto, príncipe del Delfinado, en la que les anuncia la concesión de la investidura a Luis de la Cerda y al mismo tiempo les pide auxilio para el momento de emprender la posesión de las Islas.
Las reacciones de los monarcas no se hicieron esperar. El 12 de febrero de 1345 el rey de Portugal Alfonso iv, en carta a Clemente vi, le dice que acata la voluntad papal, pero no por ello deja de reclamar para su reino el derecho de conquista de las islas. El 13 de marzo de 1345, Alfonso xi, rey de Castilla y León, en carta a Clemente vi le comunica su satisfacción y acatamiento a la decisión papal a favor de Luis de la Cerda, con quien le unen vínculos de sangre, pero también para recordar que su reino es el único y legítimo heredero del derecho de posesión de África y de las Islas Canarias que en su tiempo tuvieron sus antepasados. No he localizado la respuesta de Pedro iv de Aragón. Sin embargo, fue el único monarca que colaboró con el infante, pues le asistió con cierto número de galeras y le autorizó para extraer de la isla de Cerdeña todos los víveres necesarios para la expedición, cuestión que se vislumbra, ya que el 20 de noviembre de 1345, Clemente vi en la carta Affectionem piam le exhorta a cumplir con la promesa que le hiciera de auxiliar a Luis de España. El príncipe de la Fortuna nunca viajó a las Islas y, tras su fallecimiento, se diluye la concesión papal.
Después de la expedición de 1342 se estableció una relación entre Mallorca y las islas Canarias. Citemos la expedición a las islas de la Fortuna con fines evangélicos de Juan Doria, Jaime Segarra y treinta fieles por bula de Clemente vi Dum Diligenter de 15 de mayo de 1351 y la de Joan Mora de 1366. El l7 de noviembre de 1351 Clemente vi promulgaba la bula Caelestis rex regum por la que se erigía el Obispado de las islas de la Fortuna que estuvo vigente hasta 1393, los obispos fueron: Bernardo Font (1351-1354), Bartolomé (1361-1362), Bonnanato Tarí (1369-1390 y Jaime Olzina (1392-1393), el primero y cuarto mallorquines y el tercero menorquín (Julio Sánchez Rodríguez, La Iglesia en las Islas Canarias,1999).
* * *
A falta de que aparezcan más fuentes documentales para datar los hechos, deberían rastrearse los protocolos notariales del Arxiu del Regne de Mallorca y de los archivos de los puertos de mar como Colliure, considerando que los de Génova ya no dan más de sí.

San Cristóbal de La Laguna 20 de octubre de 2016



* Tertulia de Amigos del 25 de Julio
Publicado en El Día/La Prensa 5/11/2016

No hay comentarios: